El estudio puede ser un desafío para todos, a cualquier edad, en cualquier lugar, sin excepción. Sin embargo, saber cómo estudiar con TDAH puede parecer una batalla campal contra el imperio más devastador.
Afortunadamente, existen métodos probados que te ayudarán a reencantarte con la capacidad de tu cerebro y sus secretos escondidos. Es lo que me pasó a mí y, espero, pueda sucederte a ti también.
Estrategias de estudio para TDAH
Cuando se trata de entender cómo estudiar con TDAH, es fundamental contar con métodos que te ayuden a estimular la memoria de trabajo (la «memoria del presente») y controlar tu ambiente, dentro de lo posible. Sin esto resuelto, tu atención apuntará en cualquier dirección.
Si bien no existe una fórmula mágica, sí existen estrategias comprobadas que pueden adaptarse a cualquier estilo de vida. A continuación, te presentaré a modo introductorio los siete métodos que han demostrado ser útiles no solo para mantener la atención, sino también para mejorar la retención y comprensión:
- Aprendizaje multisensorial
- Estudio en movimiento y fidgeting
- Visualización (con mnemotecnias)
- Ambiente de estudio controlado
- Segmentación del estudio en tareas pequeñas
- Body doubling (duplicación corporal)
- Active recall (recordar activamente)
Es posible que hayas escuchado de alguno de estos en el pasado. Sea como fuere, te animo a leerlos en detalle en este artículo, pues los narraré por primera vez con foco en el déficit atencional.
Y para facilitar el desafío de retener tu atención los próximos minutos, me lanzo a la misión de estimular tu amígdala cerebral (el «centro primario de las emociones») dándote a conocer mi propia historia con la falta de concentración, aun dedicando mi vida al atletismo mental y la divulgación.
«No hay ningún déficit atencional igual a otro»
Hace algún tiempo, mientras revisaba mis mensajes de Instagram tomándome un café en un parque de Santiago, me encontré con el siguiente comentario (a propósito de un video que había subido el día anterior sobre estrategias para concentrarse cuando hay déficit atencional): «Muy de acuerdo con las técnicas, Manu. Me gustaría aportar con una frase que me dijo alguna vez una psicóloga y que me hizo mucho sentido: “No hay ningún déficit atencional que sea igual a otro”».
Cuando leí esto, me obsesioné con tratar de entender cómo estudiar con TDAH, con la ciencia detrás de este trastorno, con las soluciones que podemos proponer para la comunidad (y para nosotros mismos, cuando quepa).
Nunca me han gustado las etiquetas, aunque comprendo del todo la importancia de ponerle nombre a ciertas cosas a fin de proponer tratamientos o soluciones; lo mío es personal, no una declaración universal ni mucho menos. Es posible que te pase lo mismo: que estés acá porque sospechas que no puedes concentrarte mucho cuando es imperativo. Y que pienses que, tal vez, lo tuyo sea déficit de atención.
De modo que no sé si tengo déficit atencional o no. Y sé lo que puedes estar pensando: «Este tipo estuvo recitando fechas de historia en vivo durante 8 horas, sin equivocarse. ¡Manu, por favor!» Pero es verdad. He tenido que combatir con lagunas mentales durante semanas completas. Y —que quede entre nosotros— ponerme en marcha cuando me he impuesto batir un nuevo récord de memoria ha sido todo un reto.
Mi propia historia con la falta de concentración
Recientemente subí un artículo explicando mis 7 tips para mejorar la concentración al leer. Si te llama la atención, puedes dejar la pestaña abierta varios días, como hacemos casi todas las personas (ups). Pero primero te recomiendo terminar de leer este artículo. Vale la pena. Ya se conectarán ambas ideas.
En ese artículo detallé algunos de mis propios desafíos con la concentración, especialmente cuando debía preparar un nuevo desafío colosal de memorización. Me pasó recitando los 20.000 primeros decimales de pi, los 790 versos de Mistral y las 2023 fechas de historia, indistintamente. Con todo, en cada caso logré recitar al pie de la letra (y acá te explicaré cómo lograrlo tú también en tu propia vida).
¿Qué es el déficit atencional, cuál es su causa, es posible curarlo?
El déficit atencional es una condición neurobiológica que se traduce en una dificultad para mantener la atención de forma sostenida, lo cual impacta en la concentración, la planificación y, habitualmente, el rendimiento académico.
Como todo en la vida, suele tener un componente tanto genético (el factor de riesgo más relevante, entre un 70-80%) como ambiental (alrededor de un 20%).
Hoy sabemos que el componente genético puede ser uno de los más importantes en el déficit de atención. Pero también sabemos que el trauma puede exacerbar, y a veces mucho, los síntomas del trastorno por déficit atencional.
Todo parece indicar que no existe una cura propiamente tal para el déficit atencional, pero sí existen formas de tratarlo de manera integral. Involucrando terapia farmacológica y de conducta, además de coaching, es posible reducir los síntomas de graves a moderados e incluso leves.
De modo que acá nos centraremos en algunas estrategias que podrán darte cierta independencia en el proceso de estudio, recordando que lo mejor es complementar esta condición con tratamientos adicionales.
Una historia que va mucho más allá del insomnio
En este artículo, más que hablar de mi propia vida, quiero invitarte a reflexionar sobre la tuya: ¿hay algún evento o cadena de eventos que te hayan marcado, para bien o para mal? ¿Cómo crees que ese suceso ha impactado en tu nivel de alerta durante el resto de tus días?
Es importante que hagas esta reflexión antes de pasar a descubrir cómo estudiar con TDAH, puesto que puede constituir un punto de inflexión: si comprendes tu pasado (o si por lo menos le das un sentido), será más sencillo conciliarte con el hecho de que te distraigas la mayor parte del tiempo, de que puedas pasar horas divagando, de que tu cerebro busque siempre lo más estimulante en lugar de lo «correcto»; en lugar de las obligaciones, de lo importante; en lugar del ahora, del presente.
Durante el primer semestre de este año escribí una novela que a octubre de 2024 aún no ha sido publicada (se encuentra en proceso de evaluación). En esta, relato por primera vez sucesos que he preferido no transparentar en público.
Algunas de las personas que me siguen en mis canales mdememoria habrán oído que padecí insomnio casi toda mi vida (además de bruxismo, pesadillas y parálisis del sueño, de los que nunca hablo); sin más, algunos de los videos más «virales» que he subido contienen el texto «Tengo insomnio, así que me voy a sentar a memorizar cosas random…».
En mi caso, puedo reconocer que el insomnio se relaciona con algo más grande. ¡Lo mismo sucedía (y aún sucede a veces) con mis horas de divagación! Para motivarme a estudiar y trabajar, me ha ayudado un montón aceptar que pueden estar muy ligadas a una infancia y adolescencia profundamente disfuncionales (y no solo a un componente genético), durante las cuales tuve que aprender a mantenerme con vida —a veces, literalmente— todos los días, desde que tengo memoria.
Hoy no hay duda de que las experiencias adversas de la infancia pueden desencadenar trastornos de salud mental, impactando directamente en la conducta y motivación. Y es que la puesta en marcha del proceso de estudio y su efectividad no se explican solo por diagnósticos de déficit atencional, sino además por muchas otras variables.
Pero el universo me puso frente al atletismo mental en 2017 (precisamente durante una noche de insomnio) y hoy tengo el privilegio de compartirte lo que ha funcionado para mí, para que puedas aplicarlo tú también.
No es que tu concentración esté condenada: es que tu mente quiere entender el mundo que le rodea
Así que, antes de comenzar, te invito a reflexionar en torno a esta pregunta: cómo tu pasado le ha ido dando forma a tu presente. Cómo esto ha influido en tus niveles de alerta.
Y también te invito a reconocer que tu cerebro cambia cada día. Es decir, que no estamos sentenciados a estancarnos. Al contrario: nuestro sistema nervioso nos obliga, nos empuja (nos guste o no) a encontrar nuevas formas de hacer las cosas. Todo el tiempo.
7 estrategias de estudio para TDAH
Estos métodos se basan tanto en la evidencia como en la teoría y son particularmente útiles para personas con TDAH; con todo, las técnicas también sirven cuando no hay hiperactividad (e incluso cuando no hay déficit de atención en absoluto). Para tu tranquilidad, el encabezado de arriba responde sobre todo a una necesidad SEO.
Comencemos.
1. Aprendizaje multisensorial
El aprendizaje multisensorial es más que una simple técnica. Debería ser un estado basal, ya que se trata de una necesidad de tu memoria de trabajo: siempre intentará mantener sus recursos ocupados (recursos que suelen ser más limitados cuando hay TDAH). Si no es estimulante, simplemente buscará estímulos en otra parte.
Considera que tu memoria de trabajo solo puede sostener 4 pedazos de información en paralelo. Esto parece incluir información sensorial de todo tipo, desde estímulos auditivos hasta visuales, con algunas pequeñas diferencias según la naturaleza o el origen de aquellos.
El punto es que son recursos muy, pero muy limitados. De ahí la importancia de hacer tus sesiones de estudio lo más estimulantes posible, o tu «memoria del presente» intentará buscar información en cualquier otro lugar.
Este es uno de los motivos por los que debemos estudiar y trabajar sin el teléfono móvil a la vista. Dado que es tan estimulante, tu cerebro siempre te empujará a tomarlo inmediatamente (en lugar de seguir trabajando en lo importante), pues su «interpretación» es que, al ser tan estimulante, de seguro nos dará respuestas para comprender el mundo que nos rodea. Aunque no sea así.
En efecto, esta hiperestimulación es la que explica también por qué la mayoría del tiempo nuestros amigos y familiares no nos pueden prestar atención cuando están mirando el teléfono. No hay recursos disponibles en su memoria de trabajo, de modo que son incapaces de conectarse bien con el presente. En el mejor de los casos, obtendremos una mirada fugaz o un «ah», tras lo cual volverán a centrar su atención en la pantalla.
Cómo estudiar con TDAH aplicando el aprendizaje multisensorial
En resumen, quieres hacer de tu estudio lo más estimulante posible, especialmente si hay déficit atencional. Es la primera forma de garantizar que los recursos de tu memoria de trabajo se enfoquen en una misma actividad de forma sostenida.
Para comprender mejor el proceso, debemos dividir el aprendizaje académico (con esto me refiero a lo que entendemos normalmente como «estudio») en tres partes: la lectura, el estudio propiamente tal y el repaso.
- La lectura. Esta es la primera parte del proceso de aprendizaje y es clave hacerla lo más activa posible. Subraya cada palabra clave y anota a un costado de la hoja por qué crees que esa palabra es importante de retener (estimulación interna, contextual). Utiliza marcadores de colores. Si surgen preguntas, no dejes que estas secuestren tu atención: escríbelas también. Acá no estamos preocupándonos todavía de si sirve o no hacer todo eso para estimular la memoria a largo plazo (que sí, ayuda, en todo caso). Nos estamos preocupando sobre todo de mantenernos en el presente.
- El estudio. Estudia por partes. Es decir, lee un tema no más de 10 o 15 minutos (a criterio: si es muy fácil, puedes seguir más minutos, con toda confianza). Luego de esto, es necesario que decodifiques lo que acabas de leer, debes traerlo a la memoria. Hazlo lo más multisensorial posible: combina elementos visuales (haz diagramas), auditivos (explica en voz alta) y kinestésicos (no dejes de escribir y subrayar).
- El repaso. Repasar es clave para combatir la curva del olvido y potenciar la del aprendizaje. La repetición es la base de la memorización efectiva, de la construcción de hábitos y del aprendizaje motor (por ejemplo, musical y deportivo). Por ahora, solo lo dejaremos mencionado. Retomaremos este asunto en los puntos 2 y 7 de este artículo, sobre el estudio en movimiento y el active recall, respectivamente.
No lo olvides: haz de tus rutinas de estudio lo más estimulantes posible. Dale a los recursos de tu memoria de trabajo los estímulos que necesitan.
2. Estudio en movimiento
En línea con el punto anterior, el estudio en movimiento es indispensable para personas que necesitan saber cómo estudiar con TDAH. Por eso, le dedicaremos un segmento especial: debemos enfocarnos en la importancia de canalizar esa hiperactividad.
Lo primero es mencionar la actividad física como hábito esencial en tu vida. Sí, moverse es fundamental para todos los seres humanos, pero en personas con déficit atencional es innegociable si deben sentarse a estudiar.
¿Cuánto? Unas tres veces por semana, 30 minutos cada vez, parece ser suficiente para estimular notoriamente tu memoria y concentración, de acuerdo con los estudios. ¿Cómo? Que tu corazón se vea acelerado dentro de un rango seguro. Es decir, incluso salir a caminar rápido unos 30 minutos, sin pausa, puede ser efectivo.
Ahora, recordemos las 3 etapas del proceso de estudio que mencionamos en el punto anterior: leer, estudiar propiamente tal y repasar. En el punto de repasar, es necesario que te pongas de pie para decir en voz alta el concepto que acabas de estudiar, como si lo estuvieras explicando a otras personas.
Esto último cumple por lo menos dos funciones: 1. mantenerte en movimiento y, por ende, evitar que te distraigas, y 2. esforzarte en traer a la memoria lo que acabas de estudiar, es decir, recordar de forma activa, una estrategia imperativa para comenzar a cultivar una huella de la memoria (y poder acordarte a futuro de la materia), asunto que veremos en más detalle en el punto 7.
Doodling
También conocido como «garabateo», el doodling es una técnica de concentración para TDAH que consiste en rayar garabatos en un papel mientras lees o escuchas, como círculos y curvas sin sentido. Esto puede ayudarte a mantener tu atención en el presente, contribuyendo así con una mejor retención a largo plazo.
Ponlo a prueba ahora mismo, mientras lees este artículo, y descubre su efectividad por tu propia cuenta.
Fidgeting
El fidgeting, que me gusta traducir como inquietud deliberada, se refiere a aquellos movimientos repetitivos que realizamos de forma consciente o inconsciente; por ejemplo, el pie inquieto.
De acuerdo con la evidencia, para que el fidgeting funcione realmente es necesario ser conscientes de que realizamos los movimientos con ese propósito, al menos en un principio.
Puede ser efectivo por varias razones, aunque destaco las dos siguientes:
- Uno, porque el movimiento puede ayudar a liberar la energía y a reducir la ansiedad, lo que a su vez puede mejorar la concentración.
- Dos, porque ayuda a enfocar los recursos limitados de nuestra memoria de trabajo en el presente, contribuyendo así a que no te distraigas.
Estos son 4 ejemplos de fidgeting que pueden ayudar a mantener la concentración en una misma actividad, como estudiar:
- Juguetes fidget: bolas antiestrés o juguetes de dedo.
- Consumo sin calorías: beber sorbos de agua, té o café; masticar goma de mascar.
- Estiramientos: flexiones de manos, abrirse y cerrarse de brazos.
- Mover los pies: apoyar un pie sobre la rodilla opuesta y repetir lo mismo con el otro.
Recuerda: es importante encontrar el tipo de fidgeting que funcione mejor para ti.
3. Visualización
No hay un consenso claro sobre qué porcentaje del total de energía que consume el cerebro va dedicado a la corteza visual, pero es comúnmente aceptado que el procesamiento visual es uno de los más demandantes a nivel energético.
Incluso, algunas fuentes indican que más del 50% de la corteza cerebral (la superficie del cerebro) se consagra al procesamiento de información visual. Si bien es importante recordar que el cerebro procesa información de manera global e interconectada (es decir, nunca es un procesamiento visual aislado, en este caso), está claro que la mayor parte de la comunidad científica reconoce la importancia de este sistema.
Por eso, cuando se trata de entender cómo mejorar la memoria con TDAH, debemos remitirnos a técnicas de visualización.
Asociaciones mentales y palacios de la memoria
Estas dos mnemotecnias son la base del atletismo mental y son las que siempre saco a colación cuando me preguntan cómo he logrado recitar tantos dígitos o palabras durante varias horas seguidas.
Especialmente cuando te toque estudiar información que puede ser organizada en forma de listados o categorías, te recomiendo emplear estas dos técnicas en conjunto. Te voy a dar un ejercicio rápido y sencillo para que comprendas mejor cómo ponerlas a prueba.
- Paso 1: Imagina que estás entrando a tu casa (este será nuestro ejemplo de palacio mental). Es importante que lo imagines, que te sitúes mentalmente ahí.
- Paso 2: Quiero que visualices una bolsa de arroz de pie frente a la puerta. Cuando metes la mano dentro de ella, notas que de entre los granos emerge una manzana muy roja y aromática. ¡Pero la manzana está viva! De hecho, está tomando leche desde una cajita individual. El cartón de la leche resuena mientras bebe los últimos sorbos. Como quedó su boca manchada, extrae un rollo de papel higiénico de su bolsillo, corta un trozo (lo escuchamos claramente) y se limpia la comisura de los labios. Finalmente, del otro bolsillo arranca una caja de detergente para la ropa, también muy aromático, y se adentra hacia tu casa, rumbo a la lavadora.
- Felicitaciones, acabas de memorizar una lista de compras con algunos elementos indispensables del supermercado: arroz, manzanas, leche, papel higiénico y detergente.
Estas últimas son asociaciones mentales, conectadas entre sí por medio del método de la cadena. Y las ubicamos en un palacio mental para fortalecer aún más la retención a largo plazo. Ambas técnicas cuentan con un montón de respaldo científico y teórico, pero, en simple, lo absurdo permanece más tiempo en tu memoria, en especial cuando lo visualizas y lo conectas con un lugar conocido (como la entrada de tu casa). Mientras más visual, estimulante y exagerado lo imagines, más ayudará a combatir el TDAH.
Probablemente estés pensando: genial recordar la lista del súper, pero necesito aplicar esto para materia mucho más compleja. Te explico: tú ya sabes, ya puedes describir, ya entiendes lo que es el arroz, la manzana, la leche… (sigue tú, ¿qué venía después?). Ya estás familiarizado con estos conceptos. Ya los estudiaste.
En tu caso, será lo mismo. Primero estudiarás cada concepto favoreciendo el aprendizaje multisensorial y activo, y luego, solo si es necesario que domines ciertas listas y categorías al pie de la letra, comenzarás a poblar tus palacios mentales con asociaciones. Tal y como hiciste con esta lista de cosas que ya «entiendes».
Si quieres comprender mejor cómo aplicar esta técnica en el ámbito profesional y académico, tal y como la implemento yo para recitar de memoria durante horas, te aconsejo ver mi masterclass gratuita.
4. Ambiente de estudio controlado
A mi parecer, esta es una de las primeras estrategias en las que debemos enfocarnos cuando se trata de comprender cómo estudiar con TDAH. Como repito a menudo, se trata de una táctica imprescindible, indispensable e indiscutible.
Siempre que pienses cómo empezar a estudiar, remítete a este punto. El ambiente es tan importante que constituye uno de los arcos fundamentales en la construcción de hábitos y lo mencionan a menudo la mayoría de las autoridades sobre este asunto.
Tu lugar de estudio es sagrado
No te encierres a estudiar en el mismo lugar en el que ves películas, haces scrolling por YouTube o juegas videojuegos. Tal y como sucede con objetos físicos —por ejemplo, el teléfono móvil, del que ya hablamos—, tu cerebro asociará ciertos lugares con actividades hiperestimulantes, como las recién mencionadas. En consecuencia, será irresistible volver a estas y caer en una espiral de procrastinación.
Recuerda: tu cerebro ha sido diseñado para un entorno mucho menos estimulante y, a la vez, que favorecía mucho más el movimiento, en donde la caza y la recolección eran la norma. Por eso se confunde tanto con esa hiperestimulación. Por eso cree que le permitirá mantenerse con vida.
Tu lugar de estudio y de trabajo es sagrado. Pero no debe ser siempre el mismo lugar. Cuando te toque prepararte para exámenes difíciles o colosales, ¡sal de ahí! Ve a leer a un parque o, mejor aún, a una biblioteca, en donde todas las personas estén en la misma situación que tú. En donde no haya otra posibilidad que estudiar.
Los días que en realidad no puedas salir de casa, debes sacar toda distracción del entorno. Comienza por el teléfono. Déjalo en un cajón fuera de la habitación de estudio. Si necesitas el computador para estudiar, descarga los archivos necesarios y activa el modo avión (aunque mi recomendación es que siempre, como sea, imprimas los textos).
No lo olvides: cuando te atormente la idea de cómo estudiar con TDAH, comienza sobre todo por el entorno.
5. Segmentación del estudio
El viejo adagio «un juego a la vez» aplica con creces para las personas con déficit atencional. Ponte la tarea de estudiar primero un tema claro y específico, y concéntrate en dicho tema por los siguientes minutos, recordando favorecer el aprendizaje multisensorial, el estudio en movimiento, la visualización y un entorno controlado, que son las 4 estrategias de estudio para TDAH que hemos visto hasta ahora.
Segmenta el estudio en tareas pequeñas
Cuando te pones pequeñas tareas, pequeñas metas, ayudas a tu mente a enfocarse en lograr ese objetivo y nada más, lo que evita que te distraigas con otras obligaciones futuras. ¿Y si hiciera esto? ¿Y si estudiara esto otro?
Recuerda: tu mente necesita constantemente un horizonte. Mejor si ese horizonte es visible y cercano.
Chunking: el arte de agrupar información
De forma análoga al estudio en tareas pequeñas, también procura segmentar los distintos temas o conceptos a estudiar en chunks (del inglés «pedazos»), es decir, en categorías. Esto ayuda a optimizar los recursos de tu memoria de trabajo y a mantenerlos estimulados dentro de un marco más coherente.
De hecho, existe robusta evidencia de que ordenar la información estudiada en categorías específicas puede ayudar a reducir la carga cognitiva de la memoria de trabajo y aumentar las probabilidades de recuperar lo estudiado.
- Imagina que estás estudiando los 12 pares craneales. En lugar de memorizar todos los nombres de los nervios uno por uno, puedes agruparlos en bloques de acuerdo a su función: nervios sensoriales, motores y mixtos. Así, tendrás tres chunks que te ayudarán a organizar, retener y recordar a futuro esta información.
- Si estás estudiando los tipos de contratos, en lugar de memorizar una lista extensa, puedes agruparlos en categorías como contratos civiles, mercantiles y laborales. Esto te permite organizar los diferentes tipos de contratos en grupos más pequeños y fáciles de recordar, haciendo el estudio más eficiente.
6. Body doubling (duplicación corporal)
Me hace mucha gracia este concepto. Es inevitable imaginarme como una especie de gelatina, duplicándome dentro de la biblioteca, cual película de ciencia ficción. Si quieres, conserva esa imagen en tu mente: quizás así te acuerdes de este tesoro escondido dentro de las estrategias de estudio para TDAH.
Se entiende como body doubling o duplicación corporal al simple acto de estudiar o trabajar con otra persona al lado tuyo, aunque esta no necesariamente esté haciendo la misma actividad. La idea es que la simple presencia de alguien más actúa como una especie de ancla o tensión, ayudando a mantener la concentración y reducir la procrastinación.
Evidencia sobre la duplicación corporal
Esta técnica se ha vuelto muy popular los últimos años y, a decir verdad, me sorprende no haber encontrado ningún estudio científico serio que haya evaluado su efectividad, haya o no déficit atencional.
Sin embargo, pese a que su eficacia no ha sido respaldada en estudios serios, existe un montón de evidencia anecdótica dentro de comunidades de personas con TDAH, quienes la recomiendan a ojos cerrados. Incluso, la misma Asociación del Trastorno por Déficit Atencional la aconseja como una estrategia efectiva de productividad y gestión del tiempo.
Cómo estudiar con TDAH: ¡emplea la duplicación corporal!
De manera que si tienes que estudiar para un examen muy difícil o demandante y estos últimos días te ha costado comprometerte con la rutina de aprendizaje, habla con alguien para que vayan a trabajar en conjunto, aunque sus carreras y profesiones no tengan nada que ver.
No olvides que este método ayuda a generar una especie de sensación de responsabilidad y compromiso por el solo hecho de tener a alguien al lado tuyo, lo que, desde luego, facilitará la consecución de tus obligaciones.
7. Active recall
Hemos hablado una miríada de veces sobre el principio del active recall, tanto en el blog como en redes sociales, y por ese mismo motivo le daremos un nuevo enfoque en este artículo. En otras palabras, lo enmarcaremos dentro de las estrategias de estudio para TDAH.
En el punto 1 de esta publicación hablamos sobre el aprendizaje multisensorial y dividimos el proceso de aprendizaje académico en tres partes: lectura, estudio y repaso; en esta última parte, mencionamos el active recall, tema que nos proponemos retomar en este momento.
También hicimos alusión a esta estrategia de aprendizaje en el punto 2, sobre el estudio en movimiento. Dijimos que cuando te toque repasar algo, es clave que te pongas de pie, que te muevas, mientras haces el esfuerzo de recordar lo que acabas de estudiar.
Este repaso, este esfuerzo, es ideal hacerlo el mismo día de estudio y mantenerlo, de ser posible, en los próximos días. De lo contrario, la curva del olvido hará lo suyo: nos terminaremos olvidando.
Qué es el active recall
Podemos traducirlo como recordar de forma activa y se refiere al acto de esforzarse en traer algo a la memoria. Es, literalmente, ponernos a prueba. Asimismo, constituye uno de los principios del aprendizaje con mayor respaldo científico. Por lo mismo, no podemos dejarlo fuera de nuestra rutina de estudio.
Cómo mejorar la memoria con TDAH gracias al active recall
Recordar activamente promueve la retención a largo plazo y es otra de las estrategias de estudio para TDAH que no puedes pasar por alto.
Para esto, debes enfocarte exclusivamente en técnicas de estudio que te obliguen a recordar de forma activa. Si promueve el active recall, entonces la recomendamos. Si no lo promueve, entonces busca otra técnica.
Si te interesa conocer algunas de estas, te recomiendo leer mi artículo sobre las 9 técnicas de estudio esenciales para exámenes difíciles. Todas estas ayudan a que recuerdes de manera activa y, por lo tanto, serán tus aliados tengas o no déficit atencional.
Acá te comparto algunos de sus nombres:
- Lectura activa
- Mapas mentales y mapas conceptuales
- Método Cornell
- Técnica de Feynman
- Ejercicios prácticos
Bonus: meditar
Como último punto, me gustaría enfatizar (una vez más) en la importancia de meditar. Hoy sabemos, gracias a las investigaciones científicas, que la meditación puede ser especialmente necesaria si tienes déficit de atención.
Un tipo de meditación habitual es la atención plena, también conocida como mindfulness. Esta práctica se ha relacionado con mejoras importantes de la concentración y la memoria en personas con déficit atencional. Literalmente, estás entrenando tu mente enfocándote en algo específico (por lo común, tu respiración o partes de tu cuerpo).
Para empezar a meditar, comienza ahora mismo descargando una app de meditación. Cualquiera puede servir, solo sigue tu intuición. Por si te interesa, yo he usado Meditopia y Headspace. Opta por la que te llame más la atención.
Cómo estudiar con TDAH: ¡hazle más fácil el trabajo a tu memoria de trabajo!
En conclusión, para lograr un estudio óptimo, quieres lograr un entorno lo menos distractor posible y hacer de tu aprendizaje lo más activo posible. Todo esto ayudará a que tus sistemas atencionales y tu memoria de trabajo puedan enfocar sus recursos con éxito.
Te comparto una mnemotecnia que acabo de improvisar para que recuerdes las 7 estrategias para estudiar con TDAH que vimos en este artículo: SABE AVA (una persona llamada Ava que sabe muchas cosas).
No siguen el mismo orden, pero van todos los métodos incluidos:
- Segmentación.
- Aprendizaje multisensorial.
- Body doubling.
- Estudio en movimiento.
- Ambiente de estudio.
- Visualización.
- Active recall.
Recuerda, la ciencia del aprendizaje nos enseña que tu memoria no está escrita en piedra, sino que es más parecida a la arcilla: moldeable y en constante evolución. Tu atención puede, y muchas veces debe, mejorar.
Todo lo que has vivido te ha configurado para llegar hasta este momento exacto de tu vida. Y las acciones que realices hoy seguirán esculpiendo tu futuro de la misma manera: lleno de nuevas formas, colmado de oportunidades.