Cómo estudiar y trabajar a la vez: 5 claves para el éxito

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Llevar una doble carga de responsabilidades al estudiar y trabajar al mismo tiempo puede parecer una tarea desafiante. Sin embargo, con una planificación adecuada y algunas estrategias efectivas, es posible alcanzar el éxito en ambas áreas.

Descubre en esta guía cinco claves fundamentales, respaldadas por la ciencia, para ayudarte a equilibrar tus estudios y trabajo de manera efectiva, sin comprometer tu rendimiento ni tu bienestar.

Estudiar y trabajar: las 5 claves para lograrlo

Se puede trabajar y estudiar al mismo tiempo si cuidas tu salud general, optimizas tu tiempo de estudio y aprendes a priorizar correctamente tus actividades cotidianas. ¿Cómo? Toma nota:

1. Organiza y planifica tu tiempo

Organizar y planificar es un aspecto fundamental cuando te enfrentas al desafío de combinar estudios y trabajo.

Recuerda: la memoria de trabajo no puede sostener en promedio más de 4 pedacitos de información. Necesita entender el mundo parte por parte, o se agobiará.

Para lograrlo, es recomendable dedicar tiempo a planificar un horario detallado que te permita visualizar de manera clara y precisa cómo distribuir tus actividades. Comencemos.

Planificación trimestral, semanal y diaria

Para comenzar, te recomiendo distinguir tres tipos de planificaciones: trimestral, semanal y diaria. Todas estas están supeditadas a una sola gran visión, esto es, aquello que te gustaría ser en el futuro. Recuerda: tu visión es una declaración personal más bien espiritual que material. Por ejemplo: ser un referente mundial en microbiota o ser una autoridad en español en derecho internacional.

La planificación trimestral te recomiendo dividirla en 12 semanas. Crea un archivo en Google Sheets con el rango de fechas y tu plan para dichas semanas. ¿Dónde quieres estar al final de ese período? ¿Qué te gustaría alcanzar? Debe ser un objetivo específico y medible.

Si te interesa, puedes crear una copia de mi propia planilla semanal ingresando en este enlace, seleccionando Archivo (File) → Crear copia (Make a copy).
  • Atención: este archivo es el mismo que utilicé para planificar el récord panamericano de memorización, y también el mismo que utilizan los estudiantes del curso Memoria Extraordinaria.
Para la planificación semanal usa la misma planilla de Google, en la cual cada semana será una pestaña inferior (hoja). Anota todos los días en una fila, del lunes al domingo (con sus fechas exactas), y una columna con bloques de horarios a la izquierda (pueden ser de media hora o una). Planifica tus actividades semanales todos los lunes a primera hora. Ayúdate con un calendario para agendar recordatorios (ojo: no agendes todo, solo citas, reuniones y prioridades). La planificación diaria debes realizarla a primera hora, al comenzar el día. Revisa el mínimo de actividades que debes lograr ese día. Cuando tengas demasiado que hacer, anota las actividades diarias en un papel y prioriza, desde lo más a lo menos urgente.

Recomendaciones adicionales para planificar y organizarte

  • Te aconsejo automatizar tus planillas y procesos de planificación semanal: simplemente duplica las hojas semanales y al cambiar una sola fecha se actualizarán todas las demás.
  • Monitorea cada lunes cómo estuvo tu semana anterior. Esto te dará perspectiva. Ayúdate con “checklists”, para saber qué actividades lograste y cuáles no.
  • Puedes llevar un porcentaje de actividades logradas por semana (de acuerdo a lo que anotaste originalmente). No te mortifiques si no logras el 100%: mis planillas semanales oscilaron entre el 70 y el 90% de actividades logradas por semana. ¡E igual logré batir el récord panamericano de memorización!
  • Define bloques de descanso, así te asegurarás de tener momentos de relajación y recuperación, esencial para evitar la sobrecarga cognitiva y mantener un nivel óptimo de rendimiento.
  • Recuerda dividir las tareas en pasos más pequeños. Al abordar cada paso por separado, te resultará más fácil avanzar (y sentir que avanzas, igualmente importante).

2. Crea un entorno propicio para el aprendizaje

Para lograr un aprendizaje óptimo, es fundamental que crees un entorno propicio para favorecer tu concentración y motivación.

Busca un lugar tranquilo y libre de distracciones

Encuentra un rincón en tu casa, en la biblioteca o en cualquier otro espacio donde puedas concentrarte sin interrupciones. Apaga el teléfono móvil o ponlo en modo silencio para evitar la tentación de revisarlo constantemente.

Estudia con una iluminación adecuada

La luz natural será siempre la mejor opción. Si no tienes acceso a luz natural, utiliza una lámpara con luz cálida que no sea demasiado intensa ni demasiado tenue. Una buena iluminación ayudará a que tu mente se mantenga alerta y despierta.

Organiza tu espacio de estudio de manera ordenada y funcional

No lo olvides: caos en tu lugar de trabajo es un potencial caos para tu memoria de trabajo. Mantén tu escritorio limpio y libre de desorden. Utiliza organizadores, bandejas o carpetas para clasificar tus materiales y evitar que se mezclen o se pierdan.

Considera la opción de utilizar música para concentrarte

Con tantas cosas que hacer en el trabajo, es común que nuestro cerebro se vea un poco más sobrecargado. En este escenario, cuidar la concentración está en nuestros máximos intereses. Existe evidencia de que escuchar música ambiental (o incluso ruido blanco) puede ayudar a sostener la concentración, siempre y cuando no te distraiga. Si la música no es lo tuyo, también puedes probar con tonos binaurales para la concentración o con audífonos canceladores de ruido.

Todo lo anterior ayudará a crear el entorno apropiado para estudiar y trabajar. Este entorno es clave: todo estímulo que emerge de nuestro alrededor puede tener un impacto en nuestro cerebro. Démosle un ambiente coherente al estudio.

3. Practica técnicas de estudio efectivas

Para trabajar y estudiar a la vez, es fundamental evitar perder el tiempo. Las técnicas de estudio adecuadas ayudan a hacer frente a esta realidad, puesto que permiten maximizar la retención en el menor tiempo posible. Para que una técnica de estudio sea la ideal, debe basarse en el principio del active recall. Esto no es negociable. Recuerda: de los principios del aprendizaje se derivan las técnicas de aprendizaje. No al revés.

Active recall: recordar activamente

Este principio es uno de los que cuenta con mayor respaldo científico y se refiere a la siguiente particularidad del cerebro: consolida aquello que nos esforzamos en traer a la memoria.

En otras palabras, recordar activamente es traer a la memoria -sin ayuda, es decir, sin estar leyendo en paralelo- lo que estamos estudiando. De esta simple idea se desprenden todas las técnicas de estudio más efectivas, principalmente aquellas que favorecen la comprensión y la retención a largo plazo. Solo debes recordar que antes es clave haber leído bien el texto (o un fragmento de texto, como una página o un capítulo), apartarlo un momento y posteriormente aplicar estas técnicas.

Técnicas que favorecen el active recall

  1. a) Esquemas y mapas mentales. Elabora esquemas para relacionar ideas entre sí y, de este modo, entender mejor el concepto. Explica en voz alta cada punto del esquema, con tus propias palabras. Ponte de pie y camina mientras lo haces.
También puedes emplear la técnica del mapa mental, la que consiste en escribir un concepto principal al centro y luego ramificar conceptos de segundo nivel que emerjan del principal, de estos últimos a su vez ramificar conceptos de tercer nivel, y así sucesiva y coherentemente.
  1. b) Pruebas anteriores y quizzes. Si estás cursando una carrera, un postgrado o una maestría, recuerda que es clave ponerte a prueba, simular el escenario.

Para esto, resuelve pruebas, exámenes o guías de años anteriores. Si estás aprendiendo a nivel profesional o a solas, busca quizzes en internet o, incluso, elabora tus propios quizzes.

Incluso, puedes pedirle a herramientas de inteligencia artificial como Chat GPT, Jasper o ChatSonic que elaboren un cuestionario o examen para ti, especificando el tema y el nivel de complejidad que deseas.
  1. c) Lectura activa. Leer de forma activa es una de las formas más eficientes de mejorar tu retención. En general, esta es la estrategia que recomiendo implementar como mínimo cuando el tiempo es muy apremiante y no hay mucho tiempo para elaborar esquemas o escribir resúmenes.
Cada vez que termines de leer un párrafo, una página o un capítulo, cierra el texto y pregúntate en voz alta qué acabas de leer. Describe los conceptos nuevos y resume la idea general. Si puedes, haz esto de pie.
  1. d) Flashcards y repetición espaciada. Aunque la repetición es un principio en sí misma, me gusta incorporarla también como técnica de estudio porque al combinarla con flashcards puede ser una solución muy completa, en especial para desafíos colosales.
Si hay muchísimos conceptos que debes dominar, utiliza apps de flashcards como Quizlet, Muna o AnkiApp, todas las cuales poseen una función clave: importar archivos csv. Puedes crear un archivo csv con cualquier planilla de trabajo (como Google Sheets, que es gratuita). Solo debes escribir los conceptos (o preguntas) en la primera columna. En teoría, puedes escribir las respuestas en la celda a la derecha de cada pregunta, pero si estás con poco tiempo, te recomiendo no hacerlo. Además, mi consejo es que escribas desde el computador, pues crear manualmente cada tarjeta desde el celular será un dolor de cabeza si son muchos conceptos.

La mayor virtud de importar archivos csv en masa es que la app creará una flashcard automáticamente con cada pregunta. Luego, cuando te toque repasar, simplemente debes explicar en voz alta el concepto.

Si no respondes bien, le asignas un puntaje bajo. Si respondes muy bien, le asignas un puntaje alto. Así, la app te mostrará de forma más frecuente aquellos conceptos que dominas menos y repasarás con menor frecuencia aquello que ya entiendes bien. Simplemente genial.
  1. e) Mnemotecnias. Estudiar con mnemotecnias te puede ahorrar un montón de tiempo si debes retener conceptos como leyes o enfermedades al pie de la letra.
Mis dos favoritas son las asociaciones mentales y el palacio de la memoria, las que en conjunto me permitieron memorizar y recitar sin errores un libro completo, además de los primeros 20.000 decimales del número pi (que no siguen ningún patrón ni se pueden calcular sobre la marcha). Si estas últimas te interesan, te recomiendo ver mi masterclass gratuita, en donde las explico en 90 minutos.

4. Busca apoyo y colaboración cada vez que puedas

Enfrentar los años en que vas a estudiar y trabajar al mismo tiempo exige que cuides tu mente y tu cuerpo al máximo. Por eso, recuerda: no tienes que estar solo en esta travesía.

Considera que encontrar apoyo, sea de tu familia o seres queridos, puede contribuir a darte ese empuje adicional y a motivarte más.

Reuniones semanales con un compañero de planificación

Este punto va muy en línea con el primero (organizar y planificar tu tiempo). Se ha detectado que cuando compartimos nuestras metas a corto plazo con alguien, es más probable que las ejecutemos (lo que, con el tiempo, ayudará a lograr las metas a largo plazo).

Por este motivo, te recomiendo que le comentes a alguien esta idea: reunirse por videollamada una vez a la semana, entre media y una hora, para conversar sobre cómo estuvo la semana anterior, qué tareas se asignaron para la semana en curso y cuáles son sus expectativas para las próximas semanas.

No olvides que somos lo que hacemos repetidamente. Dale estímulos a tu cerebro que sean coherentes con tus sueños y estarás un poco más cerca de lograrlos.

Comunidades como apoyo adicional

Recuerda que el apoyo y la colaboración no solo se encuentran en tu círculo cercano. Existen comunidades y recursos en línea que te brindan la oportunidad de conectarte con personas que están en situaciones similares. Participar en foros de discusión, grupos de estudio virtuales o redes profesionales puede abrirte las puertas a un mundo de conocimientos y experiencias compartidas. Investiga si hay grupos de estudio o asociaciones profesionales relevantes a las cuales puedas unirte. Aprovecha las redes sociales y las plataformas en línea para conectarte con personas que comparten tus intereses.

5. Cuida tu bienestar físico y mental

Cuando estás ocupado equilibrando tus responsabilidades académicas y laborales, es fácil descuidar tu propio bienestar. Sin embargo, recuerda que cuidarte a ti mismo es fundamental para alcanzar el éxito a largo plazo.

Bienestar físico

En primer lugar, tu bienestar físico es esencial para mantenerte enérgico y alerta durante tus actividades diarias. Dedicar tiempo a cuidar tu cuerpo te permitirá tener mayor concentración, resistencia y productividad en tus tareas. Opta siempre por hacer al menos media hora de deporte si tienes que elegir. Recuerda que nuestro cuerpo, incluido nuestro sistema nervioso (y por ende el cerebro), ha sido diseñado para moverse.

Si no te mueves, comenzarás a sufrir las consecuencias: un mayor estrés, falta de lucidez, problemas de memoria, entre otros. Hacer actividad física es una inversión para tus rutinas de estudio y también para prestar más atención (¡en clases y en el trabajo!).

Bienestar mental

El estrés y la sobrecarga pueden afectar negativamente tu rendimiento académico y laboral, así como tu salud en general. Por eso, es clave que incorpores prácticas de autocuidado en tu rutina diaria.

De todos los consejos que puedo darte para lograr una mayor paz mental al estudiar y trabajar, el siguiente probablemente sea el que menos tiempo te requerirá (así que no hay excusas): date el tiempo de meditar a cualquier hora por lo menos de 5 a 10 minutos diarios.

Siempre le hice el quite a meditar hasta que descubrí que los mejores memorizadores del mundo no solo lo hacían, sino que lo recomendaban una y otra vez. Pensaba que era una actividad puramente esotérica, cuando en realidad el respaldo científico es impresionante.

Las personas que meditan frecuentemente (y no hay que hacerlo todo el día, para nada) tienen más desarrolladas las áreas cerebrales relacionadas con la atención y la memoria.

Se puede trabajar y estudiar a la vez, pero cuídate

Estudiar y trabajar al mismo tiempo puede ser toda una odisea, pero es posible lograrlo. Establece límites claros entre tu vida personal y profesional, y aprende a delegar tareas cuando sea posible. No tengas miedo de pedir ayuda si sientes que la vida te está sobrepasando. Finalmente, no olvides mantener una actitud positiva. Celebra tus logros, por pequeños que parezcan. Y es que es solo eso: parecen pequeños, pero en el contexto en que los ejecutas, esos logros terminarán haciendo toda la diferencia.
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