Conoce el palacio de la memoria: una forma de retener mejor

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El palacio de la memoria es un método mnemotécnico que tiene su origen en la Antigua Grecia. Su creación se le atribuye al poeta Simónides de Ceos, quien tenía la habilidad de recitar amplios discursos y rememorar eventos con precisión, haciendo uso de la memoria visual y espacial.

Es una técnica muy útil para almacenar aprendizajes que requieren de estructuras, jerarquías o categorías, como las leyes, funciones biológicas, la tabla periódica, un nuevo idioma o estructuras del cuerpo humano. Lo anterior, porque nos permite ordenar la información por secciones o niveles de manera muy rápida.

¿Cómo funciona el palacio de la memoria?

La técnica del palacio mental consiste en depositar la información que queremos recordar en un lugar dentro de la imaginación. Este lugar debe ser, idealmente, una casa o un departamento conocido, o incluso un recorrido habitual que hayamos hecho por la calle, como el camino al supermercado.

La idea es asociar los conceptos o tópicos a memorizar con cosas conocidas (por ejemplo, el nombre Florencia suena a Flor; es decir, es mucho más fácil recordar el nombre de esa persona si pensamos explícitamente en una flor). Luego, estos tópicos deben depositarse en estaciones convenientemente determinadas dentro de los lugares (es decir, dentro de la casa, departamento o camino conocido), siguiendo una ruta coherente.

Método loci: la técnica de memoria de los lugares conocidos

Al palacio mental también se le conoce como método loci, término que proviene del latín y que significa lugares. El sencillo principio de pensar en lugares conocidos y en una ruta coherente dentro de ese lugar garantiza la recordación en el orden correcto de los tópicos, aunque también se puede acceder a ellos de forma desordenada con algo de práctica.

De hecho, se cree que la palabra tópico (cuya raíz proviene del griego topikos, relativo a un lugar) es justamente un vestigio del uso de los palacios mentales en la Antigua Grecia, al igual que expresiones como en primer lugar.

Asimismo, de acuerdo con la evidencia histórica, es muy probable que esta técnica haya sido la principal responsable de traspasar el conocimiento de generación en generación durante la Edad Antigua, y su primera mención explícita la encontramos en la obra De Oratore de Cicerón, el año 55 A.C.

El hipocampo: una posible pieza clave en el uso de palacios mentales

La memoria espacial se vuelve fundamental en este proceso. Al estudiar a personas que emplean esta técnica se ha notado una actividad más intensa en el hipocampo, área del cerebro clave para la formación de nuevas memorias, la regulación de las emociones y la interacción con el espacio.

De hecho, en 2014 el descubrimiento de las células de lugar en esta región del cerebro —células conocidas como el GPS del cerebro— valió el premio Nobel de medicina a sus descubridores.

De modo que, curiosamente, el hipocampo juega un rol imprescindible no solo en la consolidación de la memoria al estudiar, sino también en la regulación emocional y en la navegación espacial.

Estas 3 dimensiones son esenciales en la creación de palacios mentales y asociaciones mentales, en especial cuando estas últimas constituyen historias absurdas.

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El hipocampo es una estructura del cerebro que se encuentra en el lóbulo temporal.

¿De qué factores depende el palacio de la memoria?

La memoria espacial y la memoria visual son fundamentales para la construcción de palacios mentales, un fenómeno al que también se le conoce como procesamiento visoespacial.

Memoria espacial

Es la parte de nuestra mente que registra la información de nuestro entorno y nos ayuda a orientarnos en lugares familiares. Juega un papel importante en la memoria episódica, ya que ofrece detalles físicos, muy nítidos, para memorizar eventos de nuestra vida. 

Teniendo esto en cuenta, la memoria espacial facilita la manipulación de lugares específicos por medio de la imaginación, lo que permite enlazar nuevos conocimientos con dicho lugares una vez que los relacionamos. Recordamos que la memorización efectiva florece cuando conectamos algo desconocido con algo conocido.

Memoria visual

Es la capacidad que tiene nuestro cerebro de recordar el entorno a través de elementos visuales. En el palacio mental imaginamos objetos o símbolos, y creamos situaciones en torno a ellos (asociaciones mentales por historias absurdas), para codificar con precisión la información que necesitamos.

Una vez codificada la información en el palacio mental por medio de asociaciones mentales absurdas, solo resta decodificarla en algo coherente. Este último paso es trivial y resulta cada vez más sencillo cuanta más práctica le ponemos al método loci.

No olvidemos que lo ideal es emplear asociaciones por historias absurdas debido a su eficacia: lo peculiar, lo ridículo, suele permanecer más en la memoria, creando una especie de alerta en el largo plazo: «esto es muy raro, vale la pena recordarlo».

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¿Cómo empezar a crear un palacio de la memoria?

Una vez que entendemos cómo funciona el método loci, es momento de ponerlo en uso.

Primero que todo, llamaremos «palacio» a una casa o apartamento conocido. Elige un palacio. Cualquiera.

Ahora, cierra los ojos. Sitúate en la entrada. ¿Es un edificio? ¿Es una casa? Cruzamos la entrada. ¿Qué hay ahí? ¿Un pasillo, quizás un espejo junto al muro, un recibidor? Luego, ¿a qué habitaciones llegas? Cruza el comedor, la cocina, las estancias, tal y como si estuvieras ahí.

Luego, elige 9 estaciones, siguiendo una ruta coherente desde la entrada. Una estación es cualquier elemento estructuralmente llamativo, como el umbral de una puerta, un hall, una esquina, los pies de una escalera, una mesa, un sillón, una silla, una lavadora, etc.

Imagina los siguientes 9 elementos en orden en las estaciones que acabas de elegir (uno por estación). Imagínalos de forma absurda y exagerada, y con sonidos y muecas si es necesario.

1. Cadena 2. Alien 3. Reloj 4. Nube 5. Banquete 6. Almohada 7. Miss Simpatía 8. Colibrí 9. Flecha apuntando al Este

Codifica una vez más cada imagen en su estación respectiva. Una vez hecho esto, espera 20 segundos, ponte de pie y decodifica las imágenes. ¿Viste qué sencillo es memorizar  la idea general de 9 párrafos de uno de los discursos más importantes de la historia? I have a dream, de Martin Luther King.

Simplemente empleamos una asociación mental para cada idea general. Y, de este modo, es mucho más fácil decodificar una idea completa. De hecho, así traspasaban el conocimiento de generación en generación los antiguos griegos: memorizaban por ideas, por topikos, no palabra por palabra.

1. Cadena → Idea de la esclavitud 2. Alien → Derechos inALIENables 3. Reloj → Idea de la urgencia 4. Nube → Apelar al hermano blanco 5. Banquete -→«No estamos satisfechos…»  6. Almohada → «Tengo un sueño…»  7. Miss-Simpatía → Mississippi 8. Colibrí → Colina 9. Flecha al Este → «Este será el día en que…»

Buenas prácticas al implementar el palacio mental

Algunas buenas prácticas para sacar el máximo provecho del método loci son las siguientes:

  • Escenarios conocidos: debemos elegir un lugar que nos resulte familiar, como los dormitorios de nuestra casa, el living, el comedor, el baño, salones, etc. Que sea conocido facilita sobremanera el acto de transitarlo por medio de la imaginación.
  • Estaciones que sigan una ruta coherente: nuestro escenario debe tener varias estaciones que nos funcionen para depositar las asociaciones mentales, por ejemplo, lámparas, ventanas, mesas, sillas, lavabos, etc. Es decir, lugares estructuralmente relevantes. Es clave seguir un camino lógico. Es decir, comenzar por el principio de la casa y recorrerla tal y como lo haríamos a pie.
  • Asociaciones peculiares y personales: una vez determinado el escenario y las estaciones, hay que asociar los tópicos a memorizar con objetos, personajes o símbolos que nos recuerden al tópico en cuestión, y ubicarlos en los espacios de nuestra habitación. La recomendación es crear imágenes particulares o no convencionales para que el vínculo se vuelva significativo, y sean fáciles de evocar.
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Habitaciones y estancias como el salón de estar (o living) son ideales para elegir estaciones. En la foto, el sillón, la mesa de centro e incluso la lámpara a la derecha pueden ser estaciones, y en cada una debemos ubicar una asociación mental distinta.

Ejemplo sobre el uso del palacio de la memoria

Supongamos que el tópico a recordar es que el sistema nervioso central requiere de motoneuronas para excitar músculos esqueléticos (atención, este es un resumen muy básico).

  • «Sistema nervioso» es sencillo de recordar, por lo que habría que asociar somático con algo. En lo personal, con las primeras sílabas so-ma, pienso en su-mo. Es decir, en un sumo (luchador japonés).
  • Motoneurona se asocia con una motocicleta.
  • Músculo esquelético se asocia con un esqueleto.
Con lo anterior, tenemos que la historia absurda sería «un sumo se monta en una motocicleta y atropella a un esqueleto». Imagino esta asociación absurda en mi palacio mental. Digamos, en la entrada de la puerta de mi casa. Luego, cuando deba ser sometido a evaluación médica o un colega me pregunte por el sistema nervioso somático, solo debo volver a mi palacio mental e imaginar qué había en la puerta de mi casa.

¡Ah, un sumo (somático)! El cual se montaba a una moto (motoneurona) y chocaba contra un esqueleto (músculo esquelético). A partir de esto, es muy sencillo decodificar un discurso coherente sobre el tópico en cuestión. Esta etapa es clave: recuerda que decodificar tus asociaciones es el equivalente al active recall, es decir, estás favoreciendo el aprendizaje completo, y no solo la memorización pasiva.

Recuerda que las asociaciones mentales deben hacerte sentido a ti; si no, cabe que pienses en asociaciones mentales personales.

La base del atletismo mental

Como vemos, el método loci no es solo interconectar dos elementos, sino atravesar un lugar que ya conocemos y que nos permite adquirir nuevos aprendizajes con facilidad por la familiaridad que tenemos con el espacio, empleando asociaciones mentales.

La potencia detrás de esta técnica es tan efectiva que constituye la base del atletismo mental y de la memorización efectiva. Es decir, personas que memorizan grandes cantidades de números (5.000, 10.000 o hasta 20.000 números en orden, sin errores), rostros y nombres de cientos de personas, libros completos al pie de la letra, mazos de cartas barajados al azar y mucho más.

¿Estás listo para poblar tu primer palacio mental?

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