La relación entre memoria y cannabis es compleja. Aunque varios estudios muestran que el cannabis puede producir un déficit cognitivo, aún se cuestiona si es por su efecto en distintas regiones cerebrales o si es porque aumenta las probabilidades de desarrollar trastornos mentales, como la ansiedad o la depresión, mismos que impactan en la atención y memorización.
Asimismo, y más allá de su uso recreativo o para reducir la ansiedad, diversas investigaciones dan cuenta de los efectos terapéuticos que puede tener esta sustancia, y cómo puede ayudar a mejorar la calidad de vida a personas con enfermedades crónicas de diversa naturaleza.
Cannabis: su impacto en el estado de ánimo y la memoria
Hasta el momento, la frecuencia de consumo es el principal comparativo para hablar de las secuelas del cannabis. Un estudio realizado con la participación de estudiantes de la Universidad de Colorado reveló que es más probable que los síntomas depresivos surjan o incrementen en los consumidores esporádicos.
Sin embargo, las pruebas no son concluyentes. ¿Es el cannabis quien produce esta sintomatología o simplemente las personas con esta enfermedad son más propensas al consumo de cannabis
Sea cual sea el caso, un aumento en los síntomas depresivos se traduce en problemas de memoria, específicamente en la memoria episódica (las memorias a largo plazo relacionadas con los eventos autobiográficos) y en la memoria de trabajo (la memoria a corto plazo por antonomasia).
Por otro lado, están los consumidores crónicos. En ellos sí hay una tendencia hacia la generación de emociones negativas y, por tanto, a tener una mala memoria. La depresión es la más notoria, aunque también se manifiestan sensaciones como ansiedad, hostilidad y el rechazo hacia los otros.
El efecto entre la memoria y el cannabis es más notorio a mayores cantidades, porque termina alterando la forma del hipocampo (debido al THC), región fundamental en la creación de memorias a largo plazo, además de ser clave en la memoria espacial (aquí se encuentran las células de lugar, el “GPS” del cerebro) y de contribuir con la regulación de las emociones.
¿Por qué el cannabis produce mala memoria?
Los problemas de memoria aumentan cuanto menor es la edad de inicio del consumo del cannabis. Debido a las alteraciones estructurales y daños severos que se producen en el tejido cerebral, la atención, la percepción, la resolución de problemas, la capacidad psicomotora y la velocidad en el procesamiento de la información se ven claramente afectadas.
Un estudio realizado en 2008 detectó que se produce una reducción significativa en la capacidad de atención entre los consumidores a largo plazo y corto plazo, donde los consumidores crónicos presentan deficiencias aún después de la intoxicación.
Asimismo, a través de una prueba de atención sostenida, se comprobó que la memoria a largo o mediano plazo no se ve tan afectada en el caso de personas de consumo esporádico y de consumo prolongado, sin embargo, las funciones ejecutivas, tales como la evocación de información a corto plazo, la evaluación de los estímulos del presente y la capacidad atencional, presentan un evidente enlentecimiento.

¿Cuáles son los efectos físicos entre la memoria y el cannabis?
Como ya mencionamos, el abuso de cannabis ocasiona que el hipocampo pierda volumen, el metabolismo de la corteza prefrontal se deteriore, se produzca hiperactividad en la captación de estímulos y se presente una disminución en la activación del núcleo estriado, el cual interviene en la recuperación de la información.
Además, debido a la relación existente entre estas tres regiones, se evidencia una incapacidad de contextualizar, manipular o transformar la información tras el consumo prolongado de cannabis, lo que a su vez se traduce en un funcionamiento más empobrecido de los pensamientos, además de dificultades para planificar tareas, razonar y resolver problemas
Ahora bien, aunque algunos estudios demuestran que la memoria a largo plazo no se ve del todo alterada, la realidad es que sí pueden presentarse problemas de memoria a futuro. ¿Por qué? Porque en la memoria de trabajo se llevan a cabo funciones semánticas, organizativas y de jerarquización que favorecen la retención y el mantenimiento de información en la memoria a largo plazo. Si la memoria a corto plazo se altera, la capacidad de generar nuevo conocimiento y evocarlo también se ve mermada.
Consumo de cannabis: depende del caso clínico
Es un hecho que la memoria y cannabis están muy relacionados. Los procesos cognitivos se deterioran debido a la alteración neuroquímica y biológica que sufre el cerebro. El desarrollo de trastornos depresivos y ansiosos también son factores para el déficit de la atención, aprendizaje y memoria, aunque todavía es necesario continuar haciendo investigaciones para determinar si el efecto es puramente de la sustancia o la predisposición que ciertas personas tienen a ciertos padecimientos.
Con todo, es importante mencionar que, en algunos casos, el cannabis, la marihuana medicinal y otras sustancias cannabinoides pueden ser beneficiosas para el tratamiento de enfermedades crónicas de diversa naturaleza, siendo un ejemplo los trastornos por movimientos repetitivos (tics), síndrome de Tourette, cáncer, esclerosis múltiple, epilepsia, ansiedad, entre otros.
No olvidar que lo recomendable siempre es conversar con el médico tratante sobre la posibilidad de tratamiento con cannabis y marihuana medicinal antes de optar por este tipo de intervención.